
Friday, November 02, 2012
Cura Con Medicina Natural y Vida Natural (III Parte)
Precisamente
los últimos descubrimientos de la ciencia médica vienen a confirmar
la filosofía en que se funda la Medicina Natural. Por ejemplo, los
descubrimientos relacionados con las defensas orgánicas contra los
microbios y las reacciones curativas del organismo en las
enfermedades agudas y crónicas corroboran nuestra tesis de que la
Naturaleza es un poderoso agente curativo. Las ideas actuales sobre
el valor de las sales minerales y las vitaminas confirman la eficacia
de nuestros regímenes alimenticios curativos. Lo mismo podemos decir
respecto a los baños de sol, los procedimientos sudoríficos, los
baños derivativos y otros agentes curativos. En este blog unimos lo
más recientes descubrimientos de la medicina corriente a los de la
Medicina natural, para llegar a conseguir los resultados más
perfectos.
El
hecho es que la medicina escolástica, que carecía de una
filosofía natural y que buscaba resolver todos los problemas por
medio de los experimentos de laboratorio, de la microbiología, de la
vivisección de la farmacología, camina ahora hacia la filosofía de
la Medicina Natural. Las grandes leyes de la naturaleza son verdades
inmutables, que no podemos ignorar sin sufrir perjuicios.
Vamos
a citar algunos hechos por lo cuales se puede apreciar el
acercamiento de la Medicina escolástica a la Medicina natural. La
medicina escolástica consideró en los años 20 la tuberculosis como
incurable y durante mucho tiempo no descansó buscando remedios
específicos contra el bacilo de Koch, remedios que hasta hace unas
décadas no podía encontrar. No podía creer en las curaciones
radicales de las tuberculosis realizadas por medios naturales, hasta
que los representantes de la Medicina natural presentaron un gran
número de tuberculosos curados por los tratamientos naturales. Estas
curaciones fueron comprobadas en la universidad Ludwig Maximilians
de Munich desde 1918 hasta 1927 en donde se investigo las técnicas
quirúrgicas y dietas para el tratamiento de la tuberculosis, esto
facilitó mucho la divulgación de estos tratamientos. Igualmente
eran consideradas incurables hasta hace algunos años las
tuberculosis del peritoneo, de los riñones, de los órganos
sexuales, etc., cuando con métodos naturistas ya sabíamos y dado
pruebas de que curaban perfectamente. Desde los trabajos dietéticos
del famoso Carl Harko von Noorden, catedrático de Viena, todos los
médicos saben que para curar las inflamaciones del riñón y las
inflamaciones del hígado hay que recurrir a un régimen natural. El
raquitismo y todas las demás enfermedades debidas a la falta de
vitaminas no curan si no es con baños de sol y el régimen
alimenticio natural, rico en vitaminas.
Para
terminar, queremos aún hacer resaltar otra diferencia importante que
hay entre las dos escuelas. La literatura de la Medicina escolástica
era, en general, pesimista, y este pesimismo nacía de la deficiencia
curativa de las drogas y de no reconocer en todo su valor aquella
filosofía que descubre la inmensa eficacia de la fuerza vital y del
poder curativo del cuerpo humano despertando por un tratamiento
llevado a cabo con los poderosos agentes curativos de la terapéutica
natural.
En
cambio, la literatura de la Medicina natural está llena de
optimismo, ya que sus autores han podido ver las grandes reacciones
curativas y están animados por una filosofía que cree en la fuerza
vital, en el poder auto curativo del organismo, en la eficacia de los
agentes naturales de curación y en el poder que la voluntad y el
pensamiento, bien dirigidos, pueden ejercer sobre la salud.
Ambas
escuelas, aunque diferentes, perseguían un fin análogo. La Medicina
natural encontró desde un principio las leyes que rigen la salud y
la enfermedad y el camino a seguir, no sólo para curar las
enfermedades, sino también para evitarla.
