Sunday, August 13, 2006

LA SOBRIEDAD PROLONGA LA VIDA

LA SOBRIEDAD PROLONGA LA VIDA


"Lo primero hacia lo que deberá concentrarse la atención, en el placer de la mesa. La gula constituye el flagelo principal del cuerpo. Todo lo que deleita demasiado al paladar y sobreexcita las reacciones nerviosas, daña el ejercicio de la razón, mueve a la cólera e impulsa a la lujuria. La intemperancia convierte al hombre en loco, enfermo o criminal. La sobrealimentación emponzoña la sangre, debilita las vísceras y destruye la salud. La robustez enmohece el cuerpo y entorpece el espíritu. La inmensa mayoría de las enfermedades humanas son el resultado de errores y excesos de alimentación. La salud duradera sólo es patrimonio de quienes ponen en práctica ciertos renunciamientos alimenticios. Estas observaciones nos indican que debemos, no solo renunciar a los abusos de la alimentación, sino también abstenernos de productos perjudiciales (alcohol, tabaco) o impuros (tejidos cadavéricos: carnes y pescados).

"Por otra parte, si queremos liberarnos por nosotros mismos del sufrimiento, no debemos vivir del padecimiento y de la muerte que se ocasiona a otros seres animados, ni incorporarnos las impurezas y los bajos instintos que impregnan los cadáveres de las bestias."
"Desde el día en que un enfermo consiente en renunciar a la alimentación demasiado tóxica y sobreexcitante; a volverse sobrio, moderado en todo; a restituirse al cuadro de vida natural destinado al hombre por la Providencia; a economizar sus fuerzas, moderar sus deseos y cesar en sus despilfarres, todo cambia de inmediato. Las nociones de orden, de disciplina, de sabiduría y de sacrificio, penetran en su carácter. Su espíritu se purifica al mismo tiempo que su cuerpo. Siente por ello un alivio que le entusiasma, una resistencia física que decuplica su actividad, un vigor moral que enaltece su convicción, un deseo de vida clara y sana que lo renueva. Toda enfermedad curable desaparece así rápidamente, tan sólo por la transformación del terreno individual, porque todas las enfermedades no tienen sino una raíz: el mal estado general de las personas, que hasta entonces no habían sabido elegir, renunciar y progresar."

"Qué diremos, pues, de la medicina corriente, que bajo la máscara científica aumenta los sufrimientos de la humanidad, haciéndole creer que la química medicamentosa crea la salud y constituye el progreso........? Únicamente esta verdad que es la piedra de toque de la medicina sana: Un remedio que no hace al hombre mejor no es un verdadero remedio; un tratamiento que pretende curar sin que el individuo tenga que modificarse a si mismo y renunciar a sus pasiones y desordenados deseos, es un tratamiento falso diabólico."

PAUL CARTÓN (1875-1947) Médico Naturópata, Francés
De su obra "Bienaventurados los que sufren
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Biblioteca – archivo, Medicina Naturópata “Medicina Natural” del Profesor Narváez,
PAUL CARTÓN libro. Bienaventurados los que sufren.
info: jairo.narvaez@yahoo.es
Editado por: Tulio Narváez, Francia, y Jairo Narváez, Catalunya.
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